Se debe adaptar la piscina a la casa, no al revés. Lo que importa es la frecuencia de uso de la casa, ya que no es lo mismo equipar con piscina una primera residencia donde se vive habitualmente, que una casa que sólo se utiliza los fines de semana y durante las vacaciones. Lo importante es lograr un entorno piscina-jardín que sea lo más agradable posible.

Para una familia de entre 4 y 6 personas el tamaño adecuado es de 4×8 metros o 5×10 metros. El término tamaño se refiere a la lámina de agua, posteriormente habrá que añadirle la mediada de la piedra que sirve de borde que varía entre 40 y 50 centímetros.

Si el volumen de agua del vaso es inferior a 30 m³ se les considera de “chapoteo”, “infantil” cuando el volumen es de 30 m³, “privada” cuando varía entre 50 y 70 m³ y “residencial” cuando el volumen ronda los 100 m3 de agua. Las piscinas utilizadas simultáneamente por varias familias copropietarias rondan un volumen de agua que no excede los 250 m³.