El término talasoterapia proviene de las palabras griegas: talaos, que significa mar y therapeia: terapia, y es un método terapéutico basado en el uso de los componentes del medio marino: el agua, las algas, el barro…, y del clima marino como agente terapéutico, bajo supervisión médica.

El agua se recoge mar adentro, lejos de la orilla. Posteriormente se depura y esteriliza para eliminar los posibles agentes patógenos antes de su uso en los distintos tratamientos.

Como los balnearios, estos centros cuentan con hoteles donde alojar a los pacientes.

Historia

Hipócrates recomendaba el uso del agua del mar como terapia para curar algunas enfermedades.

Egipto conocía el poder de los lodos y del clima del Nilo. Existen papiros que hablan del uso de la Talasoterapia allí.

Como las termas, los romanos impulsaron su auge. Se estudian nuevos tratamientos con aguas, tanto minero-medicinales, como marinas.

Su uso decae al llegar la Época Medieval, hasta el Siglo XVIII, donde resurge el interés por la hidroterapia, creándose nuevas técnicas de aplicación basadas en el agua de mar.

En el Siglo XIX con la creación de un nuevo sector el turístico, se promocionan las técnicas de talasoterapia, construyendo grandes casas de salud, en las que se combinan termalismo y talasoterapia.