Hay muchas personas que les gusta aprovechar su piscina en invierno, pero que preocupadas por el medio ambiente, buscan soluciones alternativas para calentar el agua de la piscina. Las fuentes más usadas son la energía solar térmica y la biomasa.

En Finlandia, Dinamarca y Reino Unido la biomasa es conocida y usada, pero aquí, en España, pocas personas conocen su potencial.

Si nos referimos en términos energéticos, la biomasa, es el conjunto de materia orgánica de origen vegetal o animal, incluyendo los materiales procedentes de su transformación natural o artificial. Dependiendo de su origen existen diferentes tipos de biomasa: la forestal (residuos de explotaciones forestales, industriales, cultivos energéticos) y la agrícola (residuos de cultivos agrícolas, industriales…)

En España se comercializan diversos tipos de biomasa. Existen empresas que la distribuyen por todo el país, pero mucha gente lo compra directamente al productor, como una cooperativa agrícola. España produce mucha biomasa, y antes se exportaba mucha porque no había consumo nacional. Ahora gracias a las calderas de biomasa, existen cada vez más empresas que buscan como aprovechar sus residuos para generar biomasa, ya que este sistema energético se puede aplicar a cualquier edificio: casas, pabellones, piscinas…

Ventajas

Se eliminan casi por completo las emisiones de los gases causantes del efecto invernadero, por lo que se cuida el medio ambiente. Los gobiernos potencian la instalación de estos sistemas por lo que puede beneficiarse de las ayudas que dan, que dependiendo de la comunidad autónoma pueden llegar hasta el 70%.

También los bancos y cajas apoyan estas inversiones, incentivando y facilitando el uso de energías renovables, y para las empresas existen beneficios fiscales.