En verano, en algunas piscinas privadas se producen accidentes, casi siempre con menores y animales de compañía.

Aunque la seguridad total y completa no existe, y el factor casualidad es imprevisible y difícil de evitar, se puede mejorarla continuamente.

Como ya se sabe la piscina provoca una gran atracción en los niños, donde pasan muchas horas al día. Es su espacio preferido para jugar, nadar y divertirse con sus amigos. Por ello los adultos tienen la obligación de controlar en todo momento el baño de los menores.

¿Cómo se puede mejorar la seguridad de los niños en la piscina?. A continuación se indican algunos consejos prácticos para que niños y adultos puedan disfrutar de un baño más tranquilo y seguro.

Aprendizaje precoz

Lo mejor, es que los padres y las instituciones sepan educar, potenciar y motivar a los niños para el aprendizaje de las técnicas natatorias, y cuanto antes mejor. Los bebés pueden aprender a nadar mucho antes que a andar, es más fácil, cómodo y seguro para ellos. Existen reportajes fotográficos, en los que se ven bebés de pocos meses buceando dentro de una piscina, jugando, nadando, respirando y con los ojos abiertos, pero siempre bajo la mirada se sus cuidadores.

Los adultos deben mantener una estricta vigilanciay control permanente de los niños cuando juegan cerca o dentro de la piscina. Si se coinciden varios adultos, es aconsejable que se ocupe del tema un único adulto atento a todo lo que ocurre en la piscina. Si se prolongase el baño se pueden hacer turnos de vigilancia. Se debe tenr especial cuidado con que los niños no jueguen en el interior del local técnico y que no manipulen productos químicos.

Si el niño aun no sabe nadar correctamente se le debe equipar antes de entrar en la piscina. Los accesorios mas utilizados son: flotadores, chalecos salvavidas, burbujas y similares. Aunque a veces les puedan resultar molestas hay que vigilar y evitar que se las quiten. Por si acaso ocurre algo, se debe tener a mano una pértiga, un salvavidas rígido y un teléfono móvil.